jueves, 13 de octubre de 2011

Karmela (Historia de un soplido)


Había cerca de unos mil pasos,ninguno se quedó demasiado marcado, cuando Karmela, dio un soplido a la arena de aquel lugar, las huellas apenas se inmutaron, quedándose exactamente en la misma posición donde fueron encontradas. Era un hecho insólito, acostumbrada al movimiento y a la prisa, a la velocidad del tiempo, a Karmela le invadió una quietud asombrosa, casi ficticia, una calma dudosa pero gratificante. Y de repente ocurrió que aquellas huellas cobraron vida y cada una de ellas tenía un nombre, cuando miró a su alrededor y vio que aquellos pasos estaban llenas de personas y que aquel tiempo rápido no le había hecho ver la vida y que mucho menos se pudiera borrar de un soplido.
Karmela, esta vez, sin esfuerzo, solo con la sabia presencia del saber estar, hizo que su historia fuera un cúmulo de bienvenidas y apariciones extraordinariamente naturales.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Karmela, karmela...eres más bonita cuando eres tu en el cielo ese de huellas sutiles.
el mundo es para vivirlo...mucho. ser una vividora es el mayor de los logros...dale kaña. muxu aundi.

27 de octubre de 2011, 7:23  

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