lunes, 16 de junio de 2008

Libertad: Una historia alterada




Estaban calientes, abrasaban los sepelios vivos de entre las rejas oxidadas del jardín. Contaban historias, exageradas, marxistas, y con el puño enredado en lo alto. Decían que allí se quedó sola la libertad, por que nadie pudo entenderla, nadie supo como tenerla sin retenerla. Se construyeron largos muros de impaciencia y la libertad, enérgica abatida, se quedó dormida entre poderosos. Y en las reconquistas mal conquistadas, se escondían los niños hambrientos de la tierra. Los estómagos se retorcían de hambre, y reclamaban la libertad como quien reclama la misericordia a un dios inventado que nunca llegó a ver los ojos de la miseria.Lentamente, se construyeron sueños arquitectónicos que con el paso del tiempo acababan derrumbándose por el propio peso de la avaricia. Y la libertad lloraba, convirtiéndose en espejismo y en un canto roto de utopía. Se escribieron pensamientos, se llenaban libros enteros sobre la existencia de lo anhelado, desconocido, y exiliada de su propia naturaleza, usurpaban su intimidad, sus ganas locas por realizar aquello que deseaba.Hacía el amor con la definición que le caracterizaba, libre libertad entre libertinaje, amaba la soledad, la que se inventaba, y la despreciaban por no saber entenderla. Tenía la palabra simple, y los mejores retazos de amor que jamás se escribieron entre bambalinas.La amaron con su propia libertad, entre rejas y miseria aclamaban su nombre pero no era a ella a quien buscaban, solo la deseaban para poder escapar de ese lugar frío y sombrío y dar por fin una explicación a esta vida insólita que les toco vivir.En aquel instante las infraestructuras del poder capitalista nublaron la difunta esperanza, se levantó a lo lejos una capa transparente de sabor amargo, era como si aquel fenómeno de la naturaleza hubiera predicho algo, y así fue, sin brujería ni noches enteras de comunicación con el mas allá, se levantó una oleada de libertad, que solo aquellos que la admiraron por el simple echo de ser ella, consiguieron desprenderse de las cadenas pesadas de una victoria que nunca tuvo ninguna intención de ganar.