miércoles, 3 de febrero de 2010

Ella y un ramito de flores


Ella no quiere verla nacer ni tropezarse con su semilla no quiere verla florecer tan solo que esté florecida. Esa es la admiración que se cultiva dentro de sus ojos, por que de lejos todo se ve como una imagina, pero de cerca se tropiezan las verdades, tan reales, que se vuelven de verdad. Ella quiere más que menos, más tierra que aire, el viento está solo para acompañar por si vinieras del norte y no supieras regresar. Ella quiere verla crecer, tanto, que sabe que algún día se encontraran en lo alto, no del cielo ni de las estrellas ni de los deseos emigrantes que vuelan cerca del mar. Ella sabe que cuando lo hagan todo será como siempre tuvo que haber sido.