miércoles, 31 de marzo de 2010

Carolina y un mundo azul



Carolina tiene un mundo azul colgado cerca de la ventana, el mundo se mueve, con los nuevos aires, las tormentas de primavera y las señales. La luz está dormida y las estrellas giran deformándose en los rincones de la habitación. ¿En que mundo te encuentras?, piensa, no importa, dice un segundo después, fueron nuestros aquellos viajes, suerte que siempre llevo el corazón encima, suspira aliviada. Mañana cuando despierte, empezaré de dieciséis, en donde lo dejé.
En aquella ventana, abierta de invierno, vive la chica del gorro lleno de deseos en aquel mundo, el suyo. Carolina, desde lejos, la encuentra de vez en cuando, como anoche, rozando la llave de su puerta, le envía un guiño, de esos que auguran buenos deseos y recuerdan que todavía queda mucho por vivir.