lunes, 31 de mayo de 2010

La memoria E


Como era aquel momento justo cuando no pensaba en los zapatos, en la ventana, en correr, parar, respirar, salir y llegar alguna vez. Duerme en un cajón de madera fina, casi transparente, cerca de las estrellas de papel. Escribe en una de las puntas justo en el precipicio de la luz algo que se parece a una letra. Espectacular, eléctrica, elegante de trapos, costuras y de hilo. Enredada en los amores, encantada de la vida, elegida entre una, eco de palabras que se repiten solo si acabas escuchando. Es la memoria eidética, capaz de recordar cosas oídas y vistas con un nivel de detalle casi perfecto, un encuentro extraordinario cuando se trata de amor, siempre.